«El hilo más fuerte»
En un lugar sin tiempo, las Moiras tejían el destino de todos los seres. Cada hebra era una vida, cada nudo una decisión, cada corte… un misterio.
Una noche, Átropos —la que corta— se detuvo. Miraba un hilo que resistía el filo de sus tijeras. Sorprendida, llamó a sus hermanas.
—»Este hilo no se deja cortar» —dijo.
Láquesis, que medía el destino, lo examinó:
—»Este hilo no sigue las normas… está hecho con otra materia: voluntad.»
Cloto, la que hila, sonrió:
—»Ah… es uno de esos raros. Una vida que eligió recordar quién era. Esos hilos no los controlamos nosotras.»
Y así, en el telar del mundo, de vez en cuando aparece un hilo que se teje a sí mismo. Firme, brillante, tejido no por las Moiras, sino por un alma despierta.
«Tal vez hoy sientas ese tirón. Esa llamada a recordar que puedes tejer distinto. Que incluso en lo escrito, hay espacio para elegir.«
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