Aunque hoy en día recurrimos en muy pocas ocasiones a otros tipos de oráculos diferentes al tarot, desde la antigüedad existen métodos adivinatorios muy diversos. Entre ellos hay uno que me apasiona: La astragalomancia, adivinación con tabas.
Mi primer contacto con las tabas fue siendo yo muy pequeña, y era un juego. Mi yaya (abuela) guardaba en el cajón de la cocina varios huesos de astrágalo de cabrito, que utilizábamos para jugar.
Ha sido después cuando he aprendido a emplearlas como método de adivinación.
Las tabas o Astragalomancia (del griego: ἀστράγαλος astrágalos), se refiere a la taba, o vértebra, de algunos animales, normalmente de las ovejas, o de algún animal de pequeño tamaño. La astragalomancia es el nombre genérico por el que se conoce, desde la antigüedad, a una forma de predecir el futuro usando esos huesos
En astragalomancia se utilizaban huesos de taba, o astrágalos. Cada una de las caras de la taba representaba una letra, número o símbolo mágico. También se han encontrado tabas marcadas con números, y letras, como las que se encontraron cerca del altar de Afrodita Urania en Atenas, por lo que este sistema de adivinación ya se empleaba en el siglo V a.C.
Pero también se han encontrado dados, y tabas, en África anteriores a los griegos. Y también hay constancia de el empleo de tabas y dados hechos con huesos de animales en Egipto que datan del año 1.400 a.C.
Aunque posteriormente se emplearon como juego, en un principio, tanto en Grecia, como en Roma, ambos eran instrumentos sagrados usados únicamente por los sacerdotes, y los magos, de los templos para interpretar los deseos de los dioses.
ORÁCULO GRIEGO DE ADIVINACIÓN CON TABAS Y ALFABETO GRIEGO:
En Grecia los consultantes acudían a los templos a consultar el oráculo con sus propias tabas. Realizaban su ofrenda antes de la consulta y lanzaban las tabas para conocer la respuesta. En los templos había tablas inscritas, como la que encontrarás más abajo en la que se indicaban las respuestas a la consulta a través del análisis de los valores obtenido.
El siguiente es un auténtico oráculo del alfabeto griego antiguo, que procede de una inscripción de Olympos, una ciudad de la antigua Licia. Cada letra del alfabeto tiene su correspondiente respuesta del oráculo, y la primera palabra del oráculo (en griego) comienza con esa letra.
Existen al menos tres métodos para consultar el oráculo del alfabeto: con piedras o trozos de tiesto, con tabas y con dados.
Los romanos heredaron la costumbre griega de jugar con tabas (tali en latín, astragaloi en griego). Sin embargo, los juegos con tabas no tuvieron tanta preponderancia en la cultura romana como en la griega, porque fueron parcialmente substituidos por los dados (Tesserae). En general, podemos afirmar que las tabas se utilizaban de forma similar a los dados (y tal como se utilizan aún hoy en algunas partes del mundo): la cara superior se lee, como la de un dado, y cada cara tiene un valor asignado y un nombre.
Aquí me centraré en la lectura de las tabas, pero también encontrarás información de la adivinación con dados.
A cada lado de la taba le corresponde un valor:
Los valores de cada cara están indicados en la imagen superior, junto con su nombre en latín. Concretamente, dos valores tenían un nombre especial; el planum I solía llamarse canis (“perro”), y el tortuosum (VI) se llamaba senio.
En el oráculo de Hércules, en Acaya, se tiraban los cuatro astrágalos o tabitas y cada una de las cuatro caras tenía un valor numérico. Las 35 jugadas posibles representaban, cada una, a un dios de la mitología o a una cosa o situación a las cuales los videntes atribuían distintas significaciones.
En este caso, la consulta al oráculo la haremos con 5 tabas, por lo que hay hay 24 valores posibles en total: 5 a 30, excepto 6 y 29 (que son imposibles). Heinevetter (p. 36) sostiene que el reparto más alto se asociaría a Alfa y el más bajo a Omega (así, Alfa = 30, Beta = 28, Gamma = 27, …, Psi = 7, Omega = 5).
Por ejemplo, si tira 6-4-4-6-6, que suma 26, su oráculo es Delta (Δ).
La original realizada por Heinevetter:
La siguiente invocación es una adaptación de un oráculo alfabético similar encontrado en la cima de una montaña en Adada, Pisidia (Heinevetter, pp. 33-4):
Apolo, Señor, y Hermes, guiad el camino.
Y a ti, que andas errante, te decimos esto:
Quédate quieto; disfruta de la excelencia del oráculo,
porque Febo Apolo nos lo ha dado,
este Arte de la Adivinación de nuestros ancestros.
ASTRAGALOMANCIA EN MONGOLIA
La astragalomancia o adivinación con tabas, también han sido empleadas desde la antigüedad en Mongolia, donde se las conoce como Shagai. Aquí frecuentemente se encuentran pintadas con colores brillantes y se acostumbra a guardarlas en un saquito. Los mongoles hasta el día de hoy intercambian el shagai como muestra de amistad.
La forma en la que se empleaban era la siguiente: El adivino tomaba 4 tabas en las palmas de la mano y les susurra su deseo, a continuación tira el shagai a la tierra o sobre la mesa. El resultado depende del lado sobre el cual caen las tabas: una de las cuatro partes: camello, caballo, cabra u oveja. Dos partes convexas – caballo y oveja se consideran signos afortunados, y las partes cóncavas – cabra y camello predicen mala suerte.
FUENTE oráculo griego: opsopaus.com